Me había bañado, y me puse una bata y después me dirigí a recoger una ropa que se encontraba en el tendedero, parecía como si los solares en Alamo no estuvieran divididos, como estaba desgreñada me fui caminando por el terreno de mi tío Felipe, al asomarme a la calle observé todo el revuelo que estaban causando unos policías, yo sentí vergüenza porque estaba en bata y despeinada, me acerqué a mi tía para preguntarle por qué estaban los policías revisando la casa de los borrego. Ella me dijo que los policías buscaban un botín, no sé si de mariguana u otro objeto.
Entre murmullos, Nora se acercó a mi tía y le preguntó si todo estaba bien y si aquello se encontraba seguro. Mi tía respondió que estaba oculto bajo algo en el terreno de Nora, pero dejó ver por su expresión que tal vez no estaba del todo seguro ya que los policías buscaban todo.
Los policías ya revisaban en la casa de mi tía, yo le pedí a ésta un cepillo, y me empecé a desenredar el pelo delante de un policía.
Después caminamos mi tía y yo hasta quedar en el patio, casi donde estaba el taller eléctrico. Y le empecé a contar sobre unos gatos, una pandilla a cuyo jefe se quería atrapar pero nunca se dejaba, y eran acompañados por un perro.
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